jueves, 28 de octubre de 2010

TELÉPOLIS. JAVIER ECHEVARRÍA.



















1.1.- La nueva polis: 
Las metrópolis generalmente están caracterizadas por la fuerte presencia de la Industria en la vida económica y social. A partir de la segunda mitad del S.XX. se desarrolla una coexistencia entre los seres humanos basada en la dispersión geográfica. Aparece una nueva forma de polis, la ciudad a distancia llamada: Telépolis.
Telépolis no está asentada sobre un territorio bidimensional que puede ser cercado por círculos concéntricos y vías de salida, ni es reducible a un conjunto de volúmenes edificados sobre dicha planta, ni tiene perspectiva visual, ni geográfica urbana dibujable sobre un plano. Es multidimensional por un mismo diseño y ni siquiera desde las alturas es posible acceder a una visión global de la nueva ciudad. Se produce una modificación de la estructuctura topológica.

1.2.- Los barrios:
Regiones geográficas clásicas == > Simples manzanas de casas.
Cordilleras, ríos, oceanos        == > Simples líneas divisorias.
Vuelo transoceánico               == > Atravesar un río caudaloso.
Desierto, selva, cordillera        == > Solar no edificado, parque.

1.3.- Las plazas:
Para los griegos era el ágora. Actualmente el espacio televisivo, los medios de comunicación.
Así el teletexto será la prensa, el correo electrónico, una transferencia de datos. El teleradio: la radio, el teléfono, sistemas tecnológicos de voz, mísica... La teletopía serán los lugares a distancia. El antiguao estadio de Olimpia será semejante a un canal con sólo deportes, el Coliseo a la CNN norteamericana.
Pero siguen existiendo las jerarquías: se interrumpe la televisión cuando alguien de la política, religión, ejército es asesinado.
Es una nueva forma de coexistencia social basada en el universalismo. Se es telépolita por el mero hecho de salir  a la plaza o de abrir el balcón, es decir por enchufar la televisión  o por entrar en contacto telemútuo con algún colega o fuente de información.

1.4.- Los mercados:
Tele-empresas o mal llamadas multinacionales. Los escaparates son los medios de comunicación y están en cada casa. Crear una imagen de marca es la base de la política empresarial adaptada a los tiempos que vivimos.
Las manifestaciones políticas, las lluchas y revindicaciones sociales y sindicales tiene como término último de referncia la actuación ante las cámaras, midiendose su repercusión por la categoria del programa en la que hayan sido difundidas.
La enorme complejidad de la nueva ciudad en tanto forma de organización social y su considerable entropía como sistema, se sustenta en una base económica que genera consumo, riqueza y puestos de trabajo a través de la industrialización de las plazas públicas y, sobre todo, del ámbito doméstico. Esta es la clave de la economia telepolitana.

1.5.- Los cementerios:
En primer lugar el cadáver de la naturaleza misma. Ante las cámaras bien conservado. Muchos telepolistas mantienen rituales de culto ante él: subir al monte, tomar el sol en las playas, pasear por la orilla del mar o ríos, pescar, tener macetas, cuidar animales domésticos ...
Podemos llevar la naturaleza a casa con sólo abrir la ventana y poner los documentales de focas, ballenas, insectos, aves rapaces...
También es considerado como cementerio los pueblos y ciudades. Cementerio de sus antepasados.
Cementerios de Bibliotecas y Museos: auténticos tesoros funerarios.
Devoción por conmemorar a los santos como puede ser Michael Jackson, con las procesiones de masas en su nombre.

1.6.- Las casas:
Cambio en la vida doméstica de la nueva ciudad. Tejados poblados de una selva de antenas, por tanto son las nuevas fachadas de las telecasas.
El Ágora es inseparable de las casas. Telépolis funciona tanto mejor cuánto más están los telepolistas en sus casas, siempre que trabajen allí para que la nueva ciudad crezca y progrese. Cada habitante puede elegir las vistas de su casa con sólo suscribirse a los medios de comunicación correspodientes para que las ventanas y balcones den a un museo, a una biblioteca, a un bosque... Y uno puede cambiar de fachada según su gusto y apetencias.
Telépolis no excluye la aparición de nuevas formas de subordinación e incluso de total dependencia y esclavitud de los telepolistas con respecto a la propia ciudad. La tensión entre el Ágora y Telecasa resulta inexorable, por la propia constitución de lo público y de lo privado en Telépolis.

1.7.- Las calles:
Casa, calle y lugar de trabajo se funden en uno. Las funciones sociales de la calle, son cumplidas hoy por los medios de comunicación. Los teleporteros son informadores, comentaristas y analistas sociales.
Los que circula por Telépolis son telemercancias y lo que circula por las Telecalles es información.

No estamos obligados a ser Telepolitas, podemos vivir ajenos a Telépolis, es decir, sin televisión ,sin internet, sin periódicos... en nuestro pueblo, barrio... pero puede llegar el vecino contarnos todo lo que ve desde su ventana. ¿No será que nadie está a salvo de Telépolis?

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